EL REGRESO DE JULIO ANGUITA: En el blog del profesor Juan Carlos Monedero, Comiendo Tierra, leo la entrada titulada "El Regreso de Anguita". Por fin una buena noticia. No, no han mejorado los datos económicos, ni el gobierno ha rectificado su deriva ultraliberal, ni baja la prima de riesgo, ni disminuye el desempleo, ni los banqueros se sientan en el banquillo de los acusados, pero ésta es una buena noticia para la izquierda de este país, para todos aquellos ciudadanos que entienden imprescindible la unión de toda la izquierda social para hacer frente a esta avalancha neoliberal dirigida por los poderes económicos y financieros y ejecutada por los dos grandes partidos, PPSOE.
"(...) yo asumo, después de haber escuchado a compañeros, y haberme comprometido con ellos, asumo ser el referente de una operación política que intente cambiar el país. (...) la ciudadanía organizada es un poder, que puede ganar, ahí está Syriza, ahí está Islandia. (...) ¿dónde empieza la guerra?, en esta noche yo he empezado la guerra, el que quiera que me siga. (...) si no lo hacéis por vosotros hacédlo por vuestros hijos". Éstas fueron algunas de las frases que Julio Anguita pronunció en Sabadell durante la presentación de su libro Combates de Este Tiempo el pasado viernes.
Si hay algo en lo que coinciden muchos ciudadanos cercanos a la izquierda es en la necesidad de encontrar un referente político en España que ejerza como una brújula ciudadana en estos tiempos en los que todo se intenta desideologizar, en los que los ciudadanos estamos huérfanos de líderes políticos que hablen nuestro mismo idioma, que sean valientes, y cuyo bagaje político, cuya ética y coherencia estén fuera de cualquier duda. Y no conozco a ningún político mejor que Julio Anguita para aglutinar a esa izquierda política y social que quiere, que se mueve, que está trabajando, pero que parece que no puede. En este sentido el paso adelante anunciado por Anguita es una extraordinaria noticia. Basta con observar este vídeo de apenas tres minutos y medio para comprobar que su discurso tiene la fuerza y la capacidad de convicción suficiente para movilizar a una sociedad que todavía - aunque cada vez menos - está paralizada por el miedo y la desafección política.
FONT: EL MIRADOR