L'educació és un tema que em preocupa cada vegada més. Tantes reformes i contrareformes del nostre sistema educatiu, fa preveure que no sabem ben bé per on anem. Almenys és el que em sembla a mi. Queden moltes llacunes en la pràctica, en el dia a dia, i no se sap què fer.
El sistema educatiu espanyol persegueix, i així es reflexa en el Pla d'Acció 2010-2012 del Ministeri d'Educació, uns objectius un tant difícils d'aconseguir, sinò es tenen clars els mitjans que es volen utilitzar, i en tot cas, si el pressupost destinat és suficient.
He intentat, de veritat, entendre quants milions d'euros destina el govern central a Educació... Ben bé no sé si la xifra és exacta, ja que ho posen prou difícil per poder trobar el que vols. Al final, del que te'n adones és que en educació s'inverteixen sobre 3.100 milions d'euros, però en defensa la despesa és de 7.357 milions d'euros (xifres dels Pressupostos Generals de l'Estat). El millor és que en cultura s'inverteix 1.199 milions i en Serveis Socials i Promoció Social 2.737 milions. Bé, no? La diferència és monstruosa ... inacceptable.
Clar està les competències en tema d'Educació, Cultura, Benestar Social... estan transferides a les diferents comunitats autonòmes... i ací anem passant-se la pilota.
Al País València la cosa tampoc pinta massa bé. Les Conselleries d'Educació, Cultura i Benestar Social semblen que no escolten les necessitats reals de la gent. (Açò serà un altre tema de discusició)
Fa uns mesos vaig trobar l'experiència del Sistema Educatiu Finlandès,... sense paraules... mireu els tres videos, ací sols en pose un que t'enllaça directament amb els altres dos...
Aquest país, capdavanter en l'ensenyament a Europa, destina 6 euros de cada 100 del seu PIB a l'Educació. Invertir en Educació, Innovació i Investigació és prioritari per al seu govern. Així com invertir en Sanitat, Serveis Socials, Serveis Públics fomentant la Base del Benestar Social.
Una de les peculiaritats, a banda de la forta inversió que es fa, és que es cuida molt el personal educador que formarà a les futures generacions... I ací és on volia arribar jo.
Als nostres xiquets i joves els formen molts mestres i professors que no tenen espenta i iniciativa per fer res de nou. Que quan veuen algun porblema a l'aula ho arreglen amb un parte, o simplement intenten suportar els dies com una penitència per poder cobrar al finalitzar el mes.
Per a mi involucrar-se en allò que fas és important, per tant, si eixe ofici no els ompli haurien de plantejar-se què és el que estan fent. Perquè la tasca que ells realitzen està afectant al nostre futur, a les nostres futures generacions.
Per què que el teu centre educatiu estiga dins d'un programa europeu o forme part d'alguna iniciativa educativa ha de ser una cosa excepcional??
Què no seria bó que es prenguera més seriosament qui pot optar o no a ser mestre, mestra, professor, professora, educador i educadora com a Finlàndia?
Sí, és una qüestió de preferències.
dimarts, 11 de gener del 2011
QÜESTIÓ DE PREFERÈNCIES...
Etiquetes de comentaris:
EDUCACIÓ
dissabte, 1 de gener del 2011
No són focs d'artifici ... és la revolta. de Pacogarabato
Font Kaos en la red...
Els millors dels desitjos, per un món diferent,FELIÇ 2011 per a tots i totes.
Besets i abraçadetes.
Els millors dels desitjos, per un món diferent,FELIÇ 2011 per a tots i totes.
Besets i abraçadetes.
dijous, 30 de desembre del 2010
AUNQUE NO ESTÉ DE MODA----- SILVIO RODRIGUEZ
Hoy de mí hacia tí,
hoy de tí hacia mí
quiero hacerte un regalo viejo
desempolvemos algo,
las pasiones lejanas
algo de aquellos sueños sin ventana
Vivamos de corrido, sin hacer poesía,
aprendamos palabras de la vida.
Desnudémonos, pues,
como viejos amantes
que lo mismo de siempre
nos quede delante.
Desnudémonos, pues,
como viejos amantes
que se apague la luz
y que el sol se levante.
Te quiero salvar de tu desnudez
en pleno centro de la soledad.
Me quiero salvar haciendo revolución
desde tu cuerpo de cristal.
Algo nos está pasando,
ayer te leí una mano
y cada dibujo al verme me interrogó.
algo nos está pasando,
ayer apreté el interruptor
de encender la luz
y encendí el sol.
Hoy de tí hacia mí,
hoy de mí hacia tí
vamos a hablar en voz muy baja
dime lo que te pasa, déjame levantarte,
déjame darte un beso y curarte
vivamos de corrido, sin hacer poesía
aunque no esté de moda en estos días.
Aunque no esté de moda te pido una mano,
mis entrañas no entienden de estética y cambios
aunque no esté de moda
repite conmigo
quiero amor, quiero amor,
quiero amor compartido.
Te quiero salvar de tu desnudez
en pleno centro de la soledad.
Me quiero salvar haciendo revolución
desde tu cuerpo por variar.
Algo nos está pasando,
un ruido como de pasos
viene en la oscuridad
y se vuelve a ir.
Algo nos está pasando,
desde que la gente está empeñada
en quererse amar
y en poder vivir.
diumenge, 26 de desembre del 2010
dissabte, 25 de desembre del 2010
dijous, 23 de desembre del 2010
Carta abierta a Santa Claus de Luís Sepúlveda
Estimado Santa Claus, Papá Noël, Viejo Pascuero, o como quiera llamarse o ser llamado: Confieso que siempre le he tenido simpatía porque; en general me gusta Escandinavia, su traje rojo me resulta premonitorio y, porque tras esas barbas siempre he creído reconocer a un filósofo alemán que cada día tiene más razón en lo que afirmó en varios libros muy citados pero poco leídos.
No tema por el tenor de esta carta, no soy el niño chileno que hace varios años le escribió :”Viejo Cabrón, el año pasado te escribí contándote que, pese a ir descalzo y en ayunas a la escuela, me había sacado las mejores notas y que el único regalo que quería era una bicicleta, en ningún caso nueva, no tenía por qué ser una mounty byke, o para correr el Tour de France. Quería una simple bicicleta, sin cambios, para ayudar a mi madre en el reparto de la ropa ajena que lava y plancha en casa. Eso era todo, una puta bicicleta, pero llegó navidad y recibí una estúpida corneta de plástico, juguete que he conservado y te envío con esta carta para que te la metas en el culo. Deseo te de el sida, viejo hijo de puta”.
¿Fueron sus elfos los responsables de tan monstruoso desaguisado? Pues bien, estimado Santa Claus, seguramente este año recibirá numerosas peticiones de bicicletas, pues el único porvenir que espera a los chicos del mundo es como mensakas, sin contrato laboral y condenados a repartir paquetes hasta los 67 años. Sin embargo yo no le pido una bicicleta, le pido en cambio, un esfuerzo pedagógico, y que ponga a sus elfos y renos a escribir millones de cartas explicando qué son y dónde están los mercados.
Como usted bien sabe, nos han jodido la vida, rebajado los sueldos, esquilmado las pensiones, retirado el subsidio de paro y condenado a trabajar a perpetuidad para tranquilizar a los mercados.
Los mercados tienen nombres y rostros de personas. Son un grupo integrado por menos del uno por cien de la humanidad, y son al mismo tiempo los dueños del 99 por cien de la riqueza. Los mercados son los integrantes del concejo de accionistas, y los mismos accionistas de, por ejemplo, un laboratorio que se niega a renunciar a los royalties de una serie de medicamentos que, si fueran genéricos, salvarían millones de vidas. No lo hacen porque la vida no es rentable, pero la muerte sí lo es, y mucho.
Los mercados son los accionistas de las industrias que envasan zumo de naranjas, y que esperaron hasta que la Unión Europea anunciara leyes restrictivas para los trabajadores no comunitarios, que serán obligados a trabajar en España u otro país de la Unión Europea, según los reglamentos del trabajo y condiciones salariales de sus países de origen. Apenas esto ocurrió, en las bolsas europeas se dispararon los precios de la próxima cosecha de naranjas. Para los mercados, para todos y cada uno de esos accionistas, la justicia social no es rentable, pero la esclavitud sí, y mucho.
Los mercados son los accionistas de un banco que, embarga el piso a una mujer con un hijo inválido. Para todos y cada uno de esos accionistas, gerentes y directores de departamentos, las razones humanitarias no son rentables, pero el despojo, la expulsión de la pobreza a la miseria sí lo es, y mucho. Y para los estafadores de la esperanza, sean estos de derecha o derecha, pues no hay otra opción entre los defensores del sistema responsable de la crisis causada por los mismos mercados, despojar de su vivienda a esa anciana fue una señal para tranquilizar a los mercados.
En Inglaterra la criminal alza de las tarifas universitarias se hizo para tranquilizar a los mercados. El descontento social engendrará inevitables acciones por la supervivencia, y los mercados pedirán sangre, muertes, para tranquilizar su apetito insaciable.
Que sus elfos y renos expliquen detalladamente que en medio de esta crisis económica generada por la voracidad especulativa de los mercados y por la renuncia del Estado a controlar los vaivenes del dinero, ningún banco ha dejado de ganar, ninguna sociedad multinacional ha dejado de ganar, y hasta los economistas más ortodoxos de la teoría de mercado, concuerdan en que el principal síntoma de la crisis es que los bancos y las empresas multinacionales ganan menos, pero en ningún caso han dejado de ganar. Que sus elfos y renos expliquen hasta la saciedad que fue el mercado el que se opuso a cualquier control estatal a las especulaciones, pero ahora imponen que el Estado castigue a los ciudadanos por la merma de sus ganancias.
Y por último, permítame pedirle algo más: miles, millones de banderas de combate, barricadas fuertes, adoquines macizos, máscaras antigás, y que la estrella de Belén se convierta en una serie de cometas incandescentes con un blanco fijo: las Bolsas, que ardan hasta los cimientos, pues las llamaradas de cien hermosos incendios nos darían, aunque temporalmente, una inolvidable Noche de Paz.
Muy fraternalmente
Fuente: Le Monde Diplomatique
Carta abierta a Santa Claus
"Els millors desitjos per a aquests Nadal ... reflexió... no massa... un poc és suficient."
No tema por el tenor de esta carta, no soy el niño chileno que hace varios años le escribió :”Viejo Cabrón, el año pasado te escribí contándote que, pese a ir descalzo y en ayunas a la escuela, me había sacado las mejores notas y que el único regalo que quería era una bicicleta, en ningún caso nueva, no tenía por qué ser una mounty byke, o para correr el Tour de France. Quería una simple bicicleta, sin cambios, para ayudar a mi madre en el reparto de la ropa ajena que lava y plancha en casa. Eso era todo, una puta bicicleta, pero llegó navidad y recibí una estúpida corneta de plástico, juguete que he conservado y te envío con esta carta para que te la metas en el culo. Deseo te de el sida, viejo hijo de puta”.
¿Fueron sus elfos los responsables de tan monstruoso desaguisado? Pues bien, estimado Santa Claus, seguramente este año recibirá numerosas peticiones de bicicletas, pues el único porvenir que espera a los chicos del mundo es como mensakas, sin contrato laboral y condenados a repartir paquetes hasta los 67 años. Sin embargo yo no le pido una bicicleta, le pido en cambio, un esfuerzo pedagógico, y que ponga a sus elfos y renos a escribir millones de cartas explicando qué son y dónde están los mercados.
Como usted bien sabe, nos han jodido la vida, rebajado los sueldos, esquilmado las pensiones, retirado el subsidio de paro y condenado a trabajar a perpetuidad para tranquilizar a los mercados.
Los mercados tienen nombres y rostros de personas. Son un grupo integrado por menos del uno por cien de la humanidad, y son al mismo tiempo los dueños del 99 por cien de la riqueza. Los mercados son los integrantes del concejo de accionistas, y los mismos accionistas de, por ejemplo, un laboratorio que se niega a renunciar a los royalties de una serie de medicamentos que, si fueran genéricos, salvarían millones de vidas. No lo hacen porque la vida no es rentable, pero la muerte sí lo es, y mucho.
Los mercados son los accionistas de las industrias que envasan zumo de naranjas, y que esperaron hasta que la Unión Europea anunciara leyes restrictivas para los trabajadores no comunitarios, que serán obligados a trabajar en España u otro país de la Unión Europea, según los reglamentos del trabajo y condiciones salariales de sus países de origen. Apenas esto ocurrió, en las bolsas europeas se dispararon los precios de la próxima cosecha de naranjas. Para los mercados, para todos y cada uno de esos accionistas, la justicia social no es rentable, pero la esclavitud sí, y mucho.
Los mercados son los accionistas de un banco que, embarga el piso a una mujer con un hijo inválido. Para todos y cada uno de esos accionistas, gerentes y directores de departamentos, las razones humanitarias no son rentables, pero el despojo, la expulsión de la pobreza a la miseria sí lo es, y mucho. Y para los estafadores de la esperanza, sean estos de derecha o derecha, pues no hay otra opción entre los defensores del sistema responsable de la crisis causada por los mismos mercados, despojar de su vivienda a esa anciana fue una señal para tranquilizar a los mercados.
En Inglaterra la criminal alza de las tarifas universitarias se hizo para tranquilizar a los mercados. El descontento social engendrará inevitables acciones por la supervivencia, y los mercados pedirán sangre, muertes, para tranquilizar su apetito insaciable.
Que sus elfos y renos expliquen detalladamente que en medio de esta crisis económica generada por la voracidad especulativa de los mercados y por la renuncia del Estado a controlar los vaivenes del dinero, ningún banco ha dejado de ganar, ninguna sociedad multinacional ha dejado de ganar, y hasta los economistas más ortodoxos de la teoría de mercado, concuerdan en que el principal síntoma de la crisis es que los bancos y las empresas multinacionales ganan menos, pero en ningún caso han dejado de ganar. Que sus elfos y renos expliquen hasta la saciedad que fue el mercado el que se opuso a cualquier control estatal a las especulaciones, pero ahora imponen que el Estado castigue a los ciudadanos por la merma de sus ganancias.
Y por último, permítame pedirle algo más: miles, millones de banderas de combate, barricadas fuertes, adoquines macizos, máscaras antigás, y que la estrella de Belén se convierta en una serie de cometas incandescentes con un blanco fijo: las Bolsas, que ardan hasta los cimientos, pues las llamaradas de cien hermosos incendios nos darían, aunque temporalmente, una inolvidable Noche de Paz.
Muy fraternalmente
Fuente: Le Monde Diplomatique
Carta abierta a Santa Claus
"Els millors desitjos per a aquests Nadal ... reflexió... no massa... un poc és suficient."
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COMERÇ,
LUÍS SEPÚLVEDA,
NADAL
divendres, 3 de desembre del 2010
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